HISTORIAS EN MENOS DE 100 PALABRAS

Aquí iré escribiendo pequeñas historias, que no por ser cortas son menos interesantes.

Espero que os gusten.

EL BESO QUE NO TE DI

No sé el motivo por el que mis labios estaban prendados de tu mejilla izquierda. ¿Acaso la derecha no era igual?

Quería darte un beso en cualquiera de las dos, pero no lo hice por temor a una equivocación. Ahora me pregunto si un simple ósculo puede ser erróneo alguna vez.

Cuando quieres besar y no besas; cuando quieres abrazar y no abrazas; cuando quieres querer y no lo haces; entonces estás perdiendo la oportunidad que te da la vida para vivirla.

Por eso, la próxima vez que estés a mi lado, formarás parte de unos segundos de mi existencia transformados en labios que besan y brazos que abrazan.

Mientras tanto los guardaré dentro de mí, a no ser que se escapen, impacientes, para buscarte y unirse a ti. Al fin y al cabo, cada cosa debe estar en su lugar.

 

¿PASADO  O FUTURO?

Vivir en el siglo XXV es aterrador.  Mantenerse en paz y armonía con la nueva especie procedente de Marte resulta una ardua tarea, aunque la culpa es de la raza humana por destrozar su planeta. Los humanos de hace trescientos años creyeron que podrían crear un nuevo lugar para vivir cuando acabasen con los recursos de la Tierra, pero no pensaron en los posibles riesgos para las generaciones futuras. Nuestra única esperanza es el artefacto de selección temporal recientemente restaurado para viajar con él al pasado y reescribir la historia de la humanidad antes de que lo descubran los marterianos.

EL ACOMPAÑANTE

Otra vez que me pidas que te acompañe al baño me lo pensaré dos veces. No me gustaría que volviese a ocurrir lo de ayer por la noche en los servicios de chicas de la discoteca. Aún me duelen los nudillos del puñetazo que tuve que darle a ese asqueroso que quería aprovecharse de ti. Tuvimos suerte de que él estuviese tan borracho como tú y las fuerzas no le acompañaban, aunque para mostrar el arma que ocultaba entre sus pantalones no necesitó ninguna ayuda. ¡Todavía no me puedo creer que le invitaras a entrar allí con nosotras!

EL NIÑO PÁJARO

Vuelve a pedirme que le empuje para que el columpio alcance más altura. Ramón sólo tiene tres años y ya tiene muy claro que de mayor quiere ser un pájaro. 

—¿Y cuál prefieres: una paloma, una gaviota, un gorrión…? —le pregunto yo fascinada por su encanto infantil. 

—Uno que vuele muy alto para llegar hasta las nubes. 

—Pero allí no hay parques como este. 

—¿Cómo lo sabes si tú nunca has volado? —me replica. 

—Porque yo ya soy mayor y sé muchas cosas. 

—Entonces prefiero ser un niño para no saber tanto como tú. 

SIN TI

La casa ha comenzado a llenarse de hormigas desde que tú no estás. Es a causa de los dulces que tratan de llenar tu ausencia, pues no pueden resistirse a abordar los paquetes de galletas o de bombones que no estén herméticamente cerrados. 

No me importa compartirlos con ellas porque ahora sé cómo el azúcar ayuda en los momentos difíciles, así que les vendrán bien para pasar un largo invierno confinadas. 

Además, tú me estabas rompiendo el corazón poco a poco, pero después de una semana sin saber nada de ti, puedo gritar con todas mis fuerzas: ¡adiós para siempre tabaco!, ¡bienvenida libertad!